El secreto de dejar descansar una masa: Cuando la harina se somete a un proceso con líquido, dejándola reposar unos minutos podés trabajarla mucho mejor: lográs un mejor amasado, la estirás con mayor facilidad, incluso lográs que quede bien delgada. Nunca te olvides de dejarla tapada con un film o un repasador húmedo.